SOLEARES (mm)
...
Tú
eras buena y eras mala,
pero,
como te quería,
toíto
te lo pasaba...
Toíto
te lo pasaba...
Y
ahora, como no te quiero,
se
acabó lo que se daba.
No
te quiero decir na...
No
quiero que se te ponga
la
carita colorá.
Se
te olvidaron, serrana,
las
cositas que decías
y
los suspiros que dabas.
…
Vete,
tonta, que es igual...
Tú
eres moneda que rueda
y
a la mano te vendrás.
No
hay mentira en el querer:
que
te quise era verdad...
Que
no te quiero, también.
Cuando
te encuentro en la calle,
el
corazón por la boca
de
fatiga se me sale.
Yo
me agarro a las paredes
cuando
te encuentro en la calle,
chiquilla,
pa no caerme.
Tonto
es el que mira atrás...
mientras
hay camino alante,
el
caso es andar y andar.
…
La
veredita es la misma...
pero
el queré es cuesta abajo,
y
el olvidar, cuesta arriba.
Penitas
sufro crueles
de
aquellas que no se dicen
y
son las que más se sienten.
Yo
te quiero sin querer;
que
te he tomaíto el cariño
cuando
menos lo pensé.
La
fortuna y las mujeres
son
loquitas de igual vena:
quieren
al que no las quiere.
Yo
voy de penita en pena,
como
el agua por el monte
saltando
de peña en peña.
Me
va faltando el sentío.
Cuando
estoy alegre, lloro;
cuando
estoy triste, me río.
…
Tengo
un querer y una pena.
La
pena quiere que viva;
el
querer quiere que muera.
…
Tu calle ya no es tu calle,
que es una calle cualquiera,
camino de cualquier parte.
¡Pobrecito
del que espera,
que
entre el ayer y el mañana
se
va muriendo de pena!
Unos
ojos negros vi...
Desde
entonces en el mundo
todo
es negro para mí.
Enseñanzas
del vivir...
yo
ya no se que pensar,
ni
siquiera qué sentir.
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