Tendré oportunidad de comentar el libro pronto pues lo acabo en dos días ... hasta entonces ...
Le
pregunté si había disfrutado de la retrospectiva.
—No fui
para disfrutar. Su arte no es disfrutable. No es Matisse. Pero él es un gran
artista y la retrospectiva fue un acto de justicia.
Le
pregunté si el artista había sido feliz.
No, el
artista no había sido feliz. Había estado atormentado por lo que haría
después. ¿Quizás yo había hecho una pregunta tonta? ¿Había conocido algún gran
artista que fuera feliz?
—Rúbens
—dije.
Seguía con la vista perdida, a través de las
altas ventanas del estudio.
—Quizá
—dijo—. Todo es posible en el barroco.
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