Miguel D’Ors
Entre los pocos libros que hay en mi estantería —la mayoría, no he pensado por qué, son de psiquiatría— está este poemario; y no es el que más me gusta de Miguel D’ors, que si me quedara con uno sería con “Es cielo y es azul”, pero es el que, supongo, encontraron los reyes magos en Oriente, pues fueron ellos los que me lo trajeron.
1. Me gusta porque se compromete, porque no es lo que dice la mayoría, porque sabiendo que le iban a castigar lo escribe, porque es valiente en un mundo de subvenciones cobarde …
2. No encuentro nada que no me gustase.
Nota: 8
Pongo una poesía, al azar, de ese libro
Carta
A ti, que serás siempre La Ignorada,
a ti, que llegaste a quién sabe qué lugar
cuando yo acababa, ay, de salir de él,
o perdiste aquel tren, no sé cuál, que te hubiera traído
al centro de mi vida,
o estabas en un banco de algún parque
un día que yo no quise pasear entre las hojas verlenianas,
a ti,
por la chacarera de tu mirada que nunca he visto,
por ese corazón que desconozco y es como una playa de
septiembre,
a ti, por todo lo que me habría obligado a amarte,
a ti, que me habrías amado hasta nunca,
que ahora puedes estar llorando
en la luz fría de una habitación de hotel,
o con tus hijos en el British Museum,
o ves el arco iris en una telaraña,
o piensas en mí sin saber que soy yo,
a ti, retrospectiva, condicional, perdida,
dondequiera que estés,
este poema.
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